domingo, 11 de enero de 2009

Impuesto al libro. El lujo de leer




Quizás ya todos hemos escuchado que el acceso a la lectura en nuestro país es escaso. ¿Por qué razón? ¡porque los libros son caros!


En nuestro país siempre han existido grandes talentos en letras, como Neruda, Mistral, Bolaños, Huidobro, Parra, de Rokha, Lihn entre otros. Lamentablemente nadie es profeta en su tierra y muchos han tenido que emigrar con el motivo de surgir con sus oficios y lograr un reconocimiento.


Es afuera donde se lee a nuestros escritores. Dentro de Chile son muy pocos los que pueden comprar libros y poder así contribuir con la creación de autoría nacional.


"La razón dice relación con que la industria cultural, específicamente con los libros, resulta muchas veces inalcanzable para la ciudadanía común y corriente. El precio de un libro cualquiera en las librerías de nuestro Chile bordea entre los 5 y los 20 mil pesos".


Razón por la cual las personas que no tienen un alto ingreso, si quieren acceder a un libro, van a recurrir a la piratería porque son precios mucho menores, o a países vecinos como Argentina donde el impuesto al libro es 0%, por tanto son mucho más económicos.




Algunas encuestas realizadas por el INE (Instituto Nacional de Estadísticas) señalan que los porcentajes de lectura en los chilenos ha bajado considerablemente desde los años '70 a la fecha.




"Los chilenos son pésimos lectores, porque se les enseña desde la escuela que la literatura es una actividad solemne de unos pocos elegidos. Terrible. Nada en los modelos de exito actuales apunta a valorar la lectura, no entrega un capital social que antes si entregaba" Sostiene Enrique Winter, poeta y director de la editorial independiente Temple.


Desde la llegada de la dictadura Chile dejó de ser uno de los países más lectores en Latinoamerica. Así lo grafica un estudio de la UNESCO del año 2000, que señala que entre el 50 y el 57% de la pobalción nacional, entre los 15 y 65 años, no es capaz de entender lo que lee.


El impuesto al libro en Chile es de un 19%, el más alto en el continente y uno de los más elevados a nivel mundial.

En países como Brasil, Bolivia, Colombia, Cuba, Venezuela, Costa Rica, Ecuador, Argentina, Perú, México y Paraguay el impuesto es de un 0%. En Europa, países como Bélgica, Francia, Alemania, Grecia, Portugal, Suecia, Inglaterra el impuesto no supera el 8%.


"Es injusto, el consumo de libros en nuestro país suele asociarse a un lujo, lo que aumenta las brechas culturales y educativas de los diversos sectores socioeconómicos de la sociedad."

La poca lectura asociada al alto impuesto es un factor de importancia, pero no es el unico. Pues i también debemos tener presente las escasas políticas culturales de fomento a la lectura, y la poca relevancia que se la han dado a propuestas de bajar el impuesto a un aproximado entre un 4 y 7%.


Desde que Pinochet impuso este irrisorio impuesto, los años se encargaron de desmotivar la lectura para terminar en el preocupante escenario en el que se encuentra Chile actualmente.


Propuestas parlamentarias de fomento a la lectura han sido solo especulaciones.


Una propuesta interesante e importante es el trabajo que hacen las llamadas imprentas populares, que imprimen libros, revistas, etc. a un precio real y no de mercado, lo cual se convierte en una oportunidad para muchos escritores independientes que ven como el sistema se va comiendo sus propias creaciones.


"Las editoriales independientes están llamadas a ser la alternativa y en ese caso quienes opten por el lucro debieran apostar por la ganancia que da el volumen para así masificar la lectura a costos menores y a precios bajos sin dejar de ganar. Quienes no perseguimos el lucro, tomamos sobre los hombros la misión de resaltar y proyectar autores y sus obras, asumiendo en ello el costo que esto significa. Como sea, las editoriales chicas debieramos reforzar lazos y conformar un frente amplio para tener mayor fuerza y, sobretodo, mayor visibilidad" sostiene Alvaro Ricoe, escritor y director de la editorial popular Arttegrama, de la población La Legua.


El mercado de la lectura resulta un mal negocio tanto para las editoriales como para la comunidad, que ve como la cultura se esfuma dentro de una insensatez por mantener los libros como producto de elite.


Una comunidad sin cultura es una comunidad dominable...



Escritos en relación al artículo "Impuesto al conocimiento" de Julio Sánchez para periódico El Ciudadano Nº64. (Pp. 28)



Agrupación de Suplementerxs de Prensa Independiente de Valparaíso



1 comentario:

Anónimo dijo...

poco se del tema, pero si me interesa. A pesar de ser un valor bastante alto el del impuesto, seria buena otra iniciativa por parte de las editoriales, y quizas como lo mencionabas, tratar de priorizar el vender un mayor volumen de libros, a menor precio con tal de que todos ganen. Esto lo digo ya que el solo echo de rebajar el impuesto a 0%,lo que podría ser iluso, no conlleva una suma muy grande de dinero que te puedes ahorrar por ejemplo en libros de 20k, no superan los 3500 pesos. Esta bien, no se pueden menospreciar esos 3500 pero aun así, desde mi punto de vista sigue siendo mucha plata. Yo siempre he lamentado el hecho de no leer mucho, y siempre que sale un libro bueno y lo quiero leer tengo que recurrir a Internet o, esperara a librerías de libros usados.

¿Manejas información acerca del actual conflicto chileno-mapuche?